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Una mañana mientras María removía malezas de su jardín, se dio cuenta que varias plantas tenían agujeros irregulares en las hojas. María las inspeccionó más detalladamente y encontró rastros de baba por lo que dedujo que caracoles y babosas habían estado en su jardín. María fue a un centro de jardinería donde el vendedor le recomendó un cebo para caracoles y babosas que contenía el ingrediente activo metaldehído. Más tarde, María esparció el cebo alrededor de su jardín y siguió trabajando. Mientras podaba un rosal, notó que su perro de seis meses, Chispita estaba lamiendo la tierra donde había aplicado el cebo para babosas. Horas más tarde, Chispita tenía dificultad para caminar y empezó a temblar, después Chispita comenzó a vomitar lo que hizo que María llamara inmediatamente a su veterinario.
María también llamó al Centro Nacional de Información de Pesticidas (NPIC) para reportar el envenenamiento de su perro con cebo para babosas y caracoles.
Para descubrir lo qué María aprendió sobre el peligro que estos productos presentan para los animales domésticos y cómo proteger a su perro en el futuro.
María podría haber evitado el percance si hubiera leído y seguido las instrucciones en la etiqueta. La especialista de NPIC le explicó a María la importancia de SIEMPRE leer la etiqueta del producto en su totalidad, incluyendo las direcciones de aplicación y declaraciones preventivas, ANTES de usar el producto. Las declaraciones preventivas: 1) informan cual es el potencial de un producto para causar daño, 2) identifican qué precauciones tomar para reducir su riesgo, y 3) proporcionan información adicional sobre como proteger a los animales domésticos. La especialista le recordó a María, no confiar en la opinión o recomendación de otras personas (por ejemplo: vendedores) para determinar los riesgos asociados con productos pesticidas.
María aprendió que los cebos para caracoles y babosas que contienen metaldehído como ingrediente activo son sumamente atractivos para los perros y otros animales, y pueden envenenar a animales domésticos si se consumen en cantidades suficientes. Por lo tanto, declaraciones preventivas como: “ingestión de este producto puede ser dañino para los niños y fatal para los perros y otros animales domésticos” son requeridas en los cebos para caracoles y babosas que contienen metaldehído.
Siempre revise la etiqueta por precauciones adicionales o instrucciones que indiquen por cuanto tiempo se necesita mantener a los animales domésticos resguardados o alejados del sitio de aplicación (por ejemplo: las etiquetas de cebos líquidos pueden instruir el mantener a las mascotas fuera de las áreas tratadas hasta que el producto se haya secado). Almacene los productos pesticidas y cebos para caracoles y babosas con metaldehído en áreas NO accesibles a las mascotas. Las mascotas corren peligro de envenenamiento si se les permite acceso a áreas recién tratadas con pesticidas o se les deja envases a su alcance.
Si usted sospecha que su mascota ha comido algún cebo para caracoles y babosas con metaldehído, consiga atención médica veterinaria inmediatamente. Los síntomas de envenenamiento pueden aparecer pocos minutos, o hasta tres horas después de la ingestión. Una intervención y tratamiento médico oportuno podía salvar la vida de su mascota.
Si usted sospecha que su mascota se ha envenenado o ha comido algún cebo para caracoles y babosas con metaldehído u otro pesticida, llame al Centro Nacional de Control de Envenenamiento de Animales (NAPCC) de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra Animales (ASPCA) para asistencia médico-veterinaria al 1-888-426-4435 (puede haber un costo por consulta, este se puede pagar con tarjeta de crédito). Como alternativa consulte a su veterinario.